Así es amigos. Tenemos por fin (y al parecer de los primeros) el nuevo disco de Charlotte Gainsbourg: IRM.
Y sí, dice 2010, pero así es esto. No hay mejor forma de cerrar el año que con un disco programado para salir en enero próximo, al menos en Reino Unido y Estados Unidos.
La tercer producción discográfica de la ganadora a mejor actriz del 2009 en el Sundance Film Festival (Antichrist, Lars Von Trier, 2009) fue manoseada, basculeada, mezclada, co-escrita y producida por Beck (me gustaría usar muchos adjetivos para describir a este sujeto pero creo que con solo mencionar su nombre basta).
Tenemos varios puntos a mostrar sobre este disco. Primero el título. IRM por sus siglas significa Imagen por Resonancia Magnética, una técnica utilizada en medicina para conocer e identificar el estado de tejidos y órganos del cuerpo, ayudando a detectar alteraciones y diversas patologías. Charlotte lo conoce muy bien. En 2007 tuvo un derrame cerebral por el cual fue operada de emergencia. Incidente que entre otras cosas la inspiraron a crear este álbum (Yeah, “Heaven Can Wait”).
Y vaya que lo mencionado por Beck y Charlotte haciendo referencia a haber “intentado diferentes cosas” es totalmente acertado. Cada canción tiene vida y personalidad propia. Diferentes estilos bajo un mismo techo.
Guitarras acústicas mezcladas con diferentes percusiones. Notas de piano dramáticas. Por momentos, armonías vocales y coros como sacados de una psicofonía y en otros, susurros erotizados. Cuerdas medio de terror. Sonidos que rayan en lo industrial vs. tribal (“ritual industrial” por ahí me dijeron) mezclados con pianitos y/o xilófonos. Folk. Distorsión ofrendándose al Blues más un toque de Synth – pop. Y su voz. Esa voz que no tiene que ser tan virtuosa como de cuatro octavas y medias para darte confort y transmitir melancolía, sensualidad y hacerte volar muy lejos con solo cerrar los ojos.
Todo lo anterior por un momento podría parecer que no tiene punto de unión. Y como mencioné, canciones con personalidad propia, distintas entre sí pero aun y con todo eso, no sé cómo le hicieron para hacer un disco con muy buen balance. Créanme que prefiero no saberlo. Perdería su chiste, en términos de subjetividad.
En mi muy particular opinión IRM no tiene mucho que envidiarle al 5:55 de 2006 (música de Air, letras de Jarvis Cocker, producción de Nigel Godrich) aunque tengo que reconocer que su segundo disco es más profundo. Los dos son trabajos distintos, obviamente con diferentes manos y cabezas, pero con una calidad musical y lírica muy interesantes. ¿Por qué IRM no le pedriría nada a 5:55? Por el simple hecho de atreverse a hacer algo nuevo, distinto y sobre todo con propuesta.
Neta que esta morra se codea con puro wey bien verga, tanto en la música como en el cine. Que podíamos esperar si sabemos de dónde proviene esta nacida inglesa criada en Francia.
¿Canciones recomendadas? Difícil pero lo intentaré: “Le Chat Du Café Des Artistes”, “Time of the Assassins”, “Trick Pony”, “Greenwich Mean Time”, “Dandelion” y “La Collectionneuse”. O sea todo el disco jajaja.
Cheers!
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